lunes, 19 de octubre de 2009

“Aquellos cincuenta centímetros y tres kilos de vida”

Me recuerdo sentado en aquella silla de hospital cuando nada me parecía más importante que aquella persona que aun no conocía. No me podía creer que una cosa tan pequeña podía hacer cambios tan grandes en nuestras vidas. La verdad es que no pensaba con mucha claridad, todo en mi cabeza daba vueltas: dudas, miedos y muchas preguntas producidas por la inseguridad ¿Cómo sería él? ¿Seré buen padre? Juraría que mis piernas temblaron cuando el médico me dejó pasar a la habitación. Pero tengo que admitir que toda duda, todo miedo que sentía y toda preocupación dejaron de existir cuando vi por primera vez aquella persona tan pequeña en brazos de su madre. La alegría aumentó cuando lo cogí por primera vez, en ese momento pensé que no existía algo tan pequeño y tan frágil como aquel bebé. Era la cosa más preciosa que había visto nunca, estaba encogido y parecía una pelota, tenía las orejas muy pequeñas y poco pelo en la cabeza.

No se que fue de todo, si fueron aquellos ojos verdes tan parecidos a los míos, aquellas manos que se aferraba a mi dedo, o el latir de su pequeño corazón lo que me dio darme cuenta de que era padre.

Ahora de vuelta a ese mismo hospital treinta años después, cuando soy yo el que va a tener un nieto, me doy cuenta de que después de tanto tiempo toda mi vida ha girado alrededor de aquellos cincuenta centímetros y tres kilos de vida que cogí en brazos aquel día.

viernes, 2 de octubre de 2009

¿ A que mente?

"¿A que mente perturbada se le ocurre pagar 35€ por ver como un par de tios (que me gustaria verlos manejandose entre ladrillos) matar unos pobres animales? sí, ellos no torean, son asesinos, poco más que verdugos de una afición sedienta de sangre que da un salto atras en el proceso evolutivo para poder gritar, elogiar y agradecer a un hombre vestido de fallera clavarle un estoque a un toro que además de estar solo en esto, esta asustado señores, asustado!.
Un toro, lo primero que piensan por la mañana no es en cargarse un par de personas, piensan en comer un poco de hierba y tirarse un par de vacas y vivir felizmente en cambio nosotros les metemos en una plaza, rodeados de gente dispuesta a matarle y les ensartamos cual trozo de carne para divertimento de la afición. Y así, señores, nos reducimos a la minima expresión para poder decir: viva españa! y vivan los toros! aun sabiendo que son ellos los que van a morir mientras nosotros, los macabros y sadicos espectadores, sentados en los asiento presenciamos la agonia hasta la muerte de un animal en la plaza esa que se hace llamar patíbulo"


ESTE TEXTO NO LO HE ESCRITO YO ES DE UN EVENTO DE TUENTI. SI LO HUBIERA ESCRITO YO CREO QUE LA INDIGNACIÓN SE HUBIERA NOTADO MAS !



(Boris, el toro, fue rescatado por Hillside Animal Sanctuary, ( en Inglaterra) de una granja de producción industrial, donde las espantosas condiciones de existencia lo habían enfermado. Aunque, una vez rescatado, se le proporcionaron todos los cuidados, no logró sobrevivir. Antes de morir, lloró con su cuidadora, quizá por agradecimiento, quizá por pena por no tener ya más fuerzas. Todos los animales sienten y sufren.)